El proceso de hidratación
- Leonardo Wild
- Jun 8, 2020
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Por Leonardo Wild

El proceso de hidratación implica que, lo que llamamos “agua”, se convierta en “una solución de H2O con los elementos añadidos disueltos en la matriz acuática” para que estos estén disponibles para las diferentes partes de un organismo (sin importar su especie). Es decir que la distribución saludable de este líquido vital —la hidratación— es "una asignación equilibrada de una solución acuosa de acuerdo con las necesidades de cada organismo y de las partes que lo componen".
A pesar de que la hidratación puede ser vista como meramente la distribución del agua dentro de los organismos, no es una distribución que ocurre al azar, ni tampoco solo de moléculas de H2O. La distribución del agua dentro de los organismos implica que no puede ser cualquier tipo de agua la que ingresa a un cuerpo.
Llevándolo a otro plano, esto significa que los desequilibrios en la hidratación no sólo se deben a la falta de agua, sino que también pueden ser causados por excesos de agua, así como por tipos de agua no apropiados.
Hidratación, hipo-hidratación, híper-hidratación
La hidratación, como hemos visto, es el “reparto equilibrado de una solución de agua” en el cuerpo. Esto significa que cada parte tendrá su propio contenido de agua en un estado de equilibrio. La cantidad de agua y tipo de agua puede variar según las necesidades en diferentes partes del cuerpo. Por lo tanto, los huesos tienen un porcentaje más bajo de una solución de agua que el hígado, o que los pulmones, así sucesivamente.
Pero también significa que, a pesar de que podríamos estar ingiriendo suficiente agua, no indica necesariamente que todas las partes de un cuerpo han sido hidratadas correctamente. Podrían estar hipo-hidratadas (deshidratadas), o sobre-hidratadas (híper-hidratadas).
Una hipo- o híper-hidratación también pueden referirse a la proporción entre H2O —agua pura—, y los elementos en solución.
Por ejemplo, beber agua en exceso que contenga muy pocos minerales puede conducir a un desequilibrio de la solución acuática. Aunque el cuerpo pueda tener “suficiente” agua, el efecto será el de una híper-hidratación porque los líquidos vitales (compuestos por en su mayoría de agua) van a carecer de los otros elementos que permiten que la solución acuática haga su trabajo hidratante.
Agua con demasiados minerales puede provocar un desequilibrio en la proporción de H2O en relación con los otros elementos asociados para que la cantidad sea "sana" en relación con la cantidad y el tipo de minerales en solución.
En otras palabras, podemos tener demasiados minerales (o los suficientes, pero no en un estado asimilable, o sea, en forma de oligoelementos, también conocidos como electrolitos) en relación con el volumen de agua en la que están disueltos.
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